Infidelidad Conyugal


aqui se muestra la infidelidad

La infidelidad

La infidelidad es presentada como una de las más grandes y peores traiciones que afronta la pareja y comúnmente se piensa que la persona que es infiel es el culpable, sin embargo, la infidelidad en la mayoría de los casos es sólo el resultado de las crisis de pareja y ésta no es sólo sexual pues el cónyuge infiel buscará aspectos que su pareja no le brinda ya sea intelectuales, sexuales, físicos y emocionales.

La palabra infidelidad proviene del latín infidelitas formado por in que igual a negación, y fidelitas que significa a fidelidad. Se entiende entonces que la palabra infidelidad es el incumplimiento de la fidelidad.

Conceptos de infidelidad

La infidelidad es un procedimiento complicado que se da dentro de la relación matrimonial; la infidelidad es el resultado de una gran cantidad de factores que la influyen y determinan; entre éstos se encuentran los sociales, los familiares, individuales y sexuales, y cada uno de ellos interacciona de manera diferente en cada caso. Pittman (1994), establece que la infidelidad es una deshonra, traición y violación de un convenio de la relación monogámica en la que ambos integrantes acordaron exclusividad sexual de uno a otro.

Sálesman (2002) asegura que la infidelidad conyugal es sin duda es la ruptura de los votos matrimoniales. Involucra relaciones sexuales intimas con una persona soltera o casada que no es ni su esposo o esposa. En gran parte del mundo occidental hay un preocupante aumento de esta infidelidad y en ciertos lugares casi pareciese ser la norma, pero esto es una verdadera ofensa al juramento de amor hecho por la pareja. Sin duda, la infidelidad marital es la causa principal del excesivo crecimiento mundial de divorcios.

Muchas veces se olvidan de los inocentes, los hijos de muchos matrimonios que sufren de diferentes maneras y probablemente terminen como adultos fracasados, infelices y perturbados.

Para Romero Palencia (2007), infidelidad significa hacer algo fuera de lo que dos personas han acordado como fidelidad, ya sea tener sexo con otra persona o bien involucrar energía emocional en otra relación.

La infidelidad es uno de los más grandes problemas que enfrentan las parejas actualmente. Un alto porcentaje de las parejas viven en crisis y la infidelidad es uno de los factores que más afectan a la relación entre dos personas.

Ahora es bastante fácil encontrarse en momentos y personas que posibilitan la infidelidad, por ejemplo, con los compañeros de trabajo, los vecinos, los conocidos de la escuela de los hijos, la gente que se conoce por Internet, etc. Así que la infidelidad está a la orden del día y presente en cualquier lugar de la vida, lo cual hace parecer que el tema del amor absoluto está cambiando y cada vez son menos las personas que viven bajo este principio. (Martínez S. J., 2008).

Tipos de infidelidad

Cabrera (2005) expone que hay diferentes tipos de infidelidad y que cada una de ellas se lleva a cabo por factores relacionados a la tipología. La infidelidad no es un fenómeno homogéneo, existen diferentes tipos y grados de la misma.

  • Infidelidad por evitación. Se refiere al obstáculo que algunas personas tienen para aceptar que la intimidad implica auto exposición y un cierto grado de dependencia emocional. Cuando se revela la aventura, se convierte en arma de confrontación.
  • Infidelidad por adicción sexual. Esta aventura puede ocurrir en cualquier momento de la relación, es más común en los hombres que en las mujeres, y tiene un toque de desafío, cuando se revela la infidelidad, se defienden del miedo, la humillación y el dolor, a través de acusaciones.
  • Infidelidades Accidentales. Inesperadas, no planeadas, no es de que ocurren de manera involuntarias, pero hay un cierto grado de inconsciencia, ya que no se tienen muy claras las consecuencias del acto.
  • Infidelidad como castigo. Se utiliza como arma de venganza de la otra persona, aunque no siempre implica un castigo por infidelidad, sino por diferentes aspectos que pudieran estar presentes desde el principio de la relación.
  • Infidelidad pura: Se da en aquellas personas que engañan frecuentemente a su pareja.
  • Aventura romántica: Se refiere a las infidelidades ocasionales que se llevan a cabo simplemente como un escape de la realidad y la monotonía.
  • Arreglos especiales: Son aquellos acuerdos en donde se permite por ejemplo abrir la pareja o se dan separaciones temporales y en esos momentos existe una infidelidad.

De acuerdo a Shakelford (1997), Wiedeman y Allgeier (1993), existen dos tipos posibles de infidelidad: la infidelidad sexual (coito), que se refiere a actividad sexual con alguien más que no sea la pareja estable; la infidelidad emocional (enamoramiento), la cual ocurre cuando uno de los miembros de la pareja mantiene un vínculo emocional o de amor con alguien diferente.

 Causas de la infidelidad

De acuerdo a los diferentes estudios en el campo de la psicología sobre la infidelidad, existen dos factores que motivan principalmente la aparición de la infidelidad: por una parte, la insatisfacción percibida dentro de la relación de pareja y, por otra, la búsqueda de novedad y variedad sexual.

Sin embargo, no se puede reducir la infidelidad, como han hecho algunos autores y terapeutas, al mero resultado de una mala relación previa. Entender la infidelidad como mero resultado sería un error. Existen múltiples motivaciones y estas no siempre implican una mala relación en la pareja primaria. A veces, el problema no reside en la relación de pareja sino en el individuo mismo. Otras, pueden ser puramente una expresión de curiosidad, el deseo de nuevas emociones o un antídoto contra el aburrimiento.

De acuerdo a Glass y Wright (1992), la insatisfacción sexual no es el único factor que puede colaborar al inicio de una relación de infidelidad, ya que en estudios realizados identificaron cuatro tipos de factores que conllevan a la infidelidad en la pareja:

  • La variedad sexual: experimentación sexual, excitación sexual, novedad, cambio.
  • La intimidad emocional: retroalimentación intelectual, compañía, autoestima, respeto.
  • La motivación extrínseca (avance profesional).
  • El amor (recibir amor, enamorarse).

La infidelidad en el hombre

Habitualmente la infidelidad se asocia más con el género masculino que con el femenino. Los varones en todas las culturas y en todos los tiempos fueron más infieles que las mujeres, eso es un hecho, a pesar de que cada vez es más común la infidelidad femenina.

Houston (2005), indica que los porcentajes de hombres y mujeres infieles se están acercando y que aun cuando más hombres son engañados por sus esposas, el 70% de las mujeres siguen siendo engañadas. Cole (2006), plantea que las decisiones acerca del comportamiento sexual, generalmente, no se planean con anticipación.

Poca gente planea intencionalmente ser infiel (al menos la primera vez). Un amorío ocurre, generalmente, no porque se planee, sino porque la gente se encuentra en situaciones donde sus emociones los conducen a tenerlo.

Los escenarios que pueden ayudar a que el hombre se infiel o por lo menos ocurra amorío son:

  • Estar cercano o ser interdependiente de alguien que no sea la esposa.
  • Estar cerca de alguien en quien se está sexualmente interesado.
  • Emplear mucho tiempo en una relación de uno a uno con alguien.
  • No sentirse cercano o conectado con la esposa.
  • Estar en una situación que ofrezca la oportunidad.
  • Estar en situaciones que involucren alcohol o drogas.

Mientras, que autores como Buss (2005), Giusti (1982), Punset (2007), manifiestan que los hombres presentan con más frecuencia una conducta de infidelidad, debido casi de manera exclusiva a eventos de tipo biológico, pues se hace referencia a la gran cantidad de células sexuales que producen, y a la necesidad de aparearse con más hembras, como una medida que favorece la sobrevivencia y la conservación de la especie.

La infidelidad en la mujer

En relación a las causas que llevan a hombres y mujeres a ser infieles, Lemaire (1986), sostiene que las mujeres van más a la infidelidad por el abandono y rechazo al que son sometidas por sus parejas o incluso por venganza hacia ellos (Tordjman, 1989).

Sin embargo, para Snyder (2003), el 60% de las mujeres engaña a su pareja, lo cual se debe a las siguientes razones:

  • La otra persona le parece deliciosa.
  • Está aburrida.
  • Piensa que la otra persona es el hombre de sus sueños.
  • Desea jugar con lo prohibido.
  • Quiere jugar con los jóvenes guapos.

Por su lado, Romero (2012), encontró que las mujeres jóvenes con alta escolaridad y un medio urbano competitivo, son más propensas a cometer una infidelidad, debido a que tienen una personalidad sexual abierta, mostrada en el deseo de tener un mayor número de parejas, una mayor diversidad en la práctica sexual y una actitud positiva hacia la infidelidad, lo cual, habla de un cambio importante respecto de las razones de fondo que subyacen a la conducta de infidelidad femenina, puesto que ya no se llegaría a ella exclusivamente por venganza, sino por una decisión personal.

Por otro lado, Houston (2005), señala que las mujeres son infieles porque:

  • Desean tener un apego emocional e intimidad.
  • Desean tener la atención (quieren ser el centro de atención del hombre otra vez).
  • Quieren reafirmar que son deseadas (reafirmarse como mujer).
  • Desean reexperimentar sentimientos de romance.
  • Desean sentirse especiales.
  • Están aburridas.
  • Se sienten solas.
  • Es un deseo sexual.

 Efectos de la infidelidad

La infidelidad puede tener consecuencias negativas en la pareja.  La mayoría de los matrimonios consideran la infidelidad como el colmo de la deslealtad, una conducta inaceptable, que puede conducir a un daño permanente que justifica el divorcio. Se identifica la infidelidad como una de las causas más frecuentes del divorcio en la pareja (40-60%), lo que amplifica la tensión natural que conlleva un proceso de divorcio y contribuye a la depresión clínica (Cano & O’Leary, 2000; Fan & Lui, 2004; Snyder, 2005; Sweeney & Horwitz, 2001).

Por otro lado, se ha documentado que la infidelidad puede afectar negativamente la autoestima de la persona que ha sido traicionada (Boekhout, Hendrick, & Hendrick, 2003). En ocasiones, la infidelidad en una relación amorosa puede relacionarse con la adquisición de enfermedades de transmisión sexual.

Las personas que han vivido situaciones de infidelidad han mostrado sentimientos de coraje, celos intensos y memorias intrusivas. De hecho, Cano y O’Leary (2000) han documentado que, de todos los eventos negativos posibles en una relación de pareja, las infidelidades y la violencia física son los más relacionados a desarrollar una depresión clínica, un mes luego del evento.

Por su porte, desde un punto de vista conductual, Gordon y Baucom (1999) citan las siguientes conductas como reacción por efectos de la infidelidad:

Cognitivas: una de las primeras reacciones de la persona engañada son rumiaciones acerca de lo ocurrido, que pueden llegar a ser tan abrumadoras e incontrolables que pueden interferir en la concentración y en la capacidad de llevar a cabo el funcionamiento diario normal. Otra de las respuestas más importantes asociadas al descubrimiento de la infidelidad es el cambio en la forma de ver al infiel y la relación de pareja, se quiebra la confianza tanto en esta pareja como en otras futuras llegando a no sentirse seguro en una relación, también se ha deteriorado su capacidad de predecir y enfrentar el futuro.

Conductuales: Pueden darse reacciones de agresividad del traicionado generando violencia contra la pareja o contra el tercero. La reacción más común es la evitación del infiel, llegando a la separación inmediata; como una evitación del sufrimiento producido por la infidelidad y del que supone la interrelación en esas circunstancias. Otras reacciones conductuales que pueden aparecer son: una hipervigilacia para conseguir la seguridad de que el affaire se ha acabado, la realización obsesiva de preguntas indagando en lo que ha pasado, y una comunicación con índices muy altos de agresividad.

Emocionales: el sufrimiento emocional es enorme. Aparecen sentimientos de rabia, de ridículo, depresión, ansiedad, sentimiento de ser víctima de alguien muy querido, etc. El descubierto a veces puede desembocar en una depresión asociada a la pérdida del amante, a de la pareja, o a la variación de un statu quo que le era muy beneficioso. Muchos autores consideran que las reacciones emocionales que se dan en la víctima de la infidelidad son similares a las que aparecen en el trastorno por estrés postraumático (Allen y otros, 2005; Gordon y Baucom, 1999, Gordon y otros, 2004, Lusterman, 2005).

Lusterman (2005) describe así las consecuencias de la infidelidad que son similares a los indicios de que se ha dado un trauma: Dificultades en el sueño, irritabilidad con ataques de ira, hipervigilancia para asegurarse de que no se van a dar de nuevo los problemas, una exagerada respuesta de susto, una fuerte reacción fisiológica a los estímulos que le recuerden la traición, por ejemplo, películas, TV, comentarios, etc. Aunque no se cumplen las condiciones de trastorno por estrés postraumático que exige el DSM-V porque no existe amenaza física a la vida de la persona traicionada, es conveniente que el infiel sepa que estas reacciones son consecuencia de sus actos y que no son extrañas ni incomprensibles y que pueden extenderse en el tiempo. Poner una etiqueta como trauma o trastorno por estrés postraumático puede servir para este fin (Gordon y otros, 2004).

Referencias

Romero Palencia, A. (2007). Infidelidad: conceptualización, correlatos y predictores. Tesis para obtener el grado de doctor en Psicología. Facultad de Psicología. UNAM. Inédita.

Romero, A., Rivera S., y Diaz Loving, R. (2007). Desarrollo del Inventario Multidimensional de Infidelidad. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación en Psicología, 23 (1), 121 -148.

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